El
jueves 28 de noviembre se inauguró el festival de cine GLBTI “El lugar sin
límites”, esta era la edición décimo primera del mismo que este año se ha
ampliado y tiene sedes en Quito, Guayaquil, Cuenca y Manta.
En Cuenca el festival se desarrollaba en la
Sala Alfonso Carrasco de la Casa de la Cultura. Para este evento, se había
preparado una gran cantidad de proyecciones entre películas, cortometrajes,
largometrajes y documentales, todo sobre la diversidad sexual. Contaba, además
con la presentación de una galería de arte, pintura y fotografía GLBTI
realizado por el Colectivo Luciérnaga. Además, grandes folletos de información
sobre diversidad sexual y sexualidad en general, por cierto muy bien redactados
y sustentados.
Acudí
a este festival de cine con mi enamorado, fuimos recibidos con gran cortesía,
como si estuvieran agradecidos por nuestra presencia. En la puerta de la
entrada firmábamos nuestra asistencia y recibíamos los impresos informativos de
la comunidad GLBTI. En el espacio que está afuera de la sala, estaba toda una
exposición artística, fotos, pinturas, creaciones, todas como un manifiesto de
su forma de vivir y de pensar.
Pasamos
a la sala, dieron las palabras propias de una inauguración y seguidamente se
presentó Henry, su nombre artístico es Angy Queen y es un artista drag. En su
show representa a una diva. “Con este arte tú puedes demostrar de una forma
libre lo que tu sientes (…) el drag queen expresa sentimiento de dolor,
alegría, tristeza”. Henry es feliz
haciendo teatro, “de lunes a viernes me verán vestido normal como Henry pero me
siento bien siendo lo que soy, yo soy gay”.
Ese
día pude ver dos proyecciones, un cortometraje ecuatoriano sobre la comunidad
GLBTI y un documental de Argentina sobre el matrimonio igualitario y la
adopción de niños. Al final se abría un
foro con la sexóloga Silvia Guevara para cualquier duda o comentario. Les
aseguro que pude aprender y comprender de una manera más integral la cuestión
de la diversidad de género.
Este
festival posee su propia página en Facebook y sitio web en donde se puede
encontrar absolutamente toda la información, cuentan incluso con un dossier
para prensa. Todo lo que ellos viven y manifiestan mediante el festival de cine
lo tienen estructurado para quienes no comprendan el tema de la diversidad de
género.
Es
innegable esa capacidad que posee el arte. En todas sus disciplinas funciona
como una herramienta para cambiar el
mundo, para transformar realidades y mentalidades, pero sobretodo es uno de los
caminos más certeros para acercarse a la libertad y a la sabiduría.
En
el foro de este festival una chica comentaba que “es triste que todos los años
vaya la misma gente”. Triste claro, los demás se queden en prejuicios absurdos
de un imaginario social sin argumento lleno de mito, estereotipos y
“moral”. Cuanta razón pensé cuando un
compañero de mi curso de clases me dijo que esos eventos están bien para otras
ciudades pero no para Cuenca y que las
mujeres solemos ser mas tolerantes. Yo le conté que asistí con mi novio, que
somos una pareja heterosexual pero fuimos a un festival de cine gay a esto él
me respondió: “¿y tú crees que sus amigos no le molestaron por eso? “ ya no le
respondí, pero la respuesta era no, no le molestaron. Él (mi novio) y yo
entendimos que el amor suele trascender muchas cosas incluso el sexo.
Solo
hay que pensar que los otros, en realidad, somos todos. Empatía, educación y
respeto para vivir bien.
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