jueves, 12 de diciembre de 2013

Los "otros"

El jueves 28 de noviembre se inauguró el festival de cine GLBTI “El lugar sin límites”, esta era la edición décimo primera del mismo que este año se ha ampliado y tiene sedes en Quito, Guayaquil, Cuenca y Manta.

 En Cuenca el festival se desarrollaba en la Sala Alfonso Carrasco de la Casa de la Cultura. Para este evento, se había preparado una gran cantidad de proyecciones entre películas, cortometrajes, largometrajes y documentales, todo sobre la diversidad sexual. Contaba, además con la presentación de una galería de arte, pintura y fotografía GLBTI realizado por el Colectivo Luciérnaga. Además, grandes folletos de información sobre diversidad sexual y sexualidad en general, por cierto muy bien redactados y sustentados.



Acudí a este festival de cine con mi enamorado, fuimos recibidos con gran cortesía, como si estuvieran agradecidos por nuestra presencia. En la puerta de la entrada firmábamos nuestra asistencia y recibíamos los impresos informativos de la comunidad GLBTI. En el espacio que está afuera de la sala, estaba toda una exposición artística, fotos, pinturas, creaciones, todas como un manifiesto de su forma de vivir y de pensar.

Pasamos a la sala, dieron las palabras propias de una inauguración y seguidamente se presentó Henry, su nombre artístico es Angy Queen y es un artista drag. En su show representa a una diva. “Con este arte tú puedes demostrar de una forma libre lo que tu sientes (…) el drag queen expresa sentimiento de dolor, alegría, tristeza”.  Henry es feliz haciendo teatro, “de lunes a viernes me verán vestido normal como Henry pero me siento bien siendo lo que soy, yo soy gay”.

Ese día pude ver dos proyecciones, un cortometraje ecuatoriano sobre la comunidad GLBTI y un documental de Argentina sobre el matrimonio igualitario y la adopción de niños.  Al final se abría un foro con la sexóloga Silvia Guevara para cualquier duda o comentario. Les aseguro que pude aprender y comprender de una manera más integral la cuestión de la diversidad de género.

Este festival posee su propia página en Facebook y sitio web en donde se puede encontrar absolutamente toda la información, cuentan incluso con un dossier para prensa. Todo lo que ellos viven y manifiestan mediante el festival de cine lo tienen estructurado para quienes no comprendan el tema de la diversidad de género.

Es innegable esa capacidad que posee el arte. En todas sus disciplinas funciona como  una herramienta para cambiar el mundo, para transformar realidades y mentalidades, pero sobretodo es uno de los caminos más certeros para acercarse a la libertad y a la sabiduría. 

En el foro de este festival una chica comentaba que “es triste que todos los años vaya la misma gente”. Triste claro, los demás se queden en prejuicios absurdos de un imaginario social sin argumento lleno de mito, estereotipos y “moral”.  Cuanta razón pensé cuando un compañero de mi curso de clases me dijo que esos eventos están bien para otras ciudades pero no para Cuenca y  que las mujeres solemos ser mas tolerantes. Yo le conté que asistí con mi novio, que somos una pareja heterosexual pero fuimos a un festival de cine gay a esto él me respondió: “¿y tú crees que sus amigos no le molestaron por eso? “ ya no le respondí, pero la respuesta era no, no le molestaron. Él (mi novio) y yo entendimos que el amor suele trascender muchas cosas incluso el sexo.


Solo hay que pensar que los otros, en realidad, somos todos. Empatía, educación y respeto para vivir bien.


jueves, 21 de noviembre de 2013

A propósito del Festival de la Orquídea



Desde el 15 de octubre, se está llevando a cabo en Cuenca el tercer Festival de Cine de la Orquídea. Este festival es organizado por la prefectura y desde un principio prometía mucho pues,  en este se recibiría lo más destacado de las últimas producciones del cine nacional, latinoamericano y mundial (como dice en su página web). Aquellos cinéfilos lo esperaban con deseos de saborear buenas y frescas producciones. Los realizadores y estudiantes de cine se hallaban magnánimos ante este gran evento.

El festival tiene algunas actividades, paralelas a las proyecciones, como conversatorios y charlas. Una de ellas tuvo en la esquina de las artes y fue liderada por Peter Scarlet un programador experto en festivales de cine. La charla de Scarlet -en inglés con dos chicas que traducían- era sobre El Rol de los Festivales de Cine en la Industria y su relación con el público. 


Peter habló sobre el origen de los festivales, su historia, y lo más importante: cuál era el rol de los mismos. Lo que él dijo es que los festivales vienen a dar la contra al pensamiento que tiene Hollywood, estos eventos tienen filmes que hacen pensar, llorar, mueven tus sentimientos, pueden llegar hasta a cambiarnos la forma de ver la vida. "Hollywood no tiene películas para personas mayores de doce años". Los festivales permiten a la gente compartir sus impresiones sobre una producción, las personas son activas, pueden tener respuestas de los propios actores y realizadores.

Sin embargo, agregó, Peter,  muchas veces los alcaldes o dirigentes de las ciudades suelen hacer estos eventos para tomarse fotos con las celebridades y continuó para hablar sobre ciertos "periodistas" que suelen hacer preguntas tontas como "¿quién estará en la alfombra roja, a qué estrellas van a traer? y claro, todo el enfoque de un festival se pierde, pues el periodista cultural debería enfocarse en conocer nuevas producciones, nuevos creadores, nuevos actores y temáticas de los proyectos.

En ese momento, muchos de lo presentes tuvieron la sensación -sin que haya sido esa la intención del ponente- de que se estaba hablando de Cuenca y de su festival de cine de la Orquídea. 

Si es que ese es el papel de un festival de cine ¿por qué poner una alfombra roja en donde desfilaron "famosos" del país, muchos de ellos que nada tienen que ver con el cine?  Entre los primeros días del festival, prendí la televisión y en el noticiero de ecuavisa en el segmento "Gente", había una nota sobre este evento, un evento de cine, pero la nota se dedicó a entrevistar a estas "celebridades" que asistieron a la inauguración, es decir nunca habló de cine. ¿En donde queda, entonces, toda esa denuncia que hace el cine a una sociedad mal organizada que otorga importancia a cosas totalmente irrelevantes? Ahora entiendo por qué abuchean al prefecto cuando sale en esos spots que pasan antes de cada proyección. 

Todo esto sumado a una mala organización que estuvo presente durante todo el festival: horarios cambiados, proyecciones canceladas, proyecciones de relleno, mala información, una imposibilidad al momento de conseguir pases, en fin... No se debe tapar, claro, lo positivo del festival, la acogida, la calidad de las producciones y la apertura que se da a los creadores.Sin embargo, hay que ser críticos, se suele pensar que porque es gratis no hay que quejarse, que debemos, incluso, agradecer. Pero el arte no es eso, la cultura no es eso. Un festival de cine no puede y no debe perder su horizonte, su rol. 

Ver aquí galería de la gala inaugural.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

La señora vida



"Así es la vida", "cosas de la vida". Frases que se escuchan todos los días, en cualquier situación, a la vuelta de la esquina, todo es culpa de ella: la vida, porque así es ella.


Se suele hablar de la vida, como si esta tuviera vida (por redundante que suene)
 como si fuera un organismo más que piensa, que actúa, que tiene sus propias cualidades y defectos. Es famosa, está presente en el común de los mortales. Y claro, uno como mortal tiene que aceptar lo que ponga la vida.

Literalmente suena como si se estuviera hablando de una persona que se conduce pero con una influencia sobre los humanos, sobre la realidad. Puede sonar tonto y perteneciente a una lógica barata usar lo términos al pie de la letra, pueden decir que solo es una forma de expresarse, pero no se imaginan cuan grave puede ser, está a un paso de la mala costumbre, del conformismo, en pocas es un pretexto.  



Aquella vida  tiende a generalizar, tiene como resultado un gran colectivo que racionaliza, que vivirá en mediocridad usando aquellas frases populares de las malas que justifican una situación en la que el individuo se ve incapaz (imposible de servirse de su inteligencia) de encontrar una solución

Entonces en cualquier conflicto que requiera mayor esfuerzo se recurre a una de estos típicos refranes y habrá una superficial satisfacción pero con la cualidad de incompetencia. Pero qué más da, qué más podemos hacer si la señora vida es así y ejerce por encima de mis deseos.

Es lo más fácil, no hay que preocuparse,  si ya sabemos que "la vida es así" y "por algo será". Rápido, sencillo, no hay donde perderse así es ella. Entonces yo qué soy, tú quién eres y para qué somos. Y es que en realidad la vida no es así, así somos las personas, somos nosotros: los humanos. Estas frases son parte de la tradición de los hombres y mujeres, más no de la vida.  Por eso es que existe tanta incoherencia en el diario vivir.


La vida es energía y tiempo, pero parece que se ha dejado abierta la llave de este tiempo y se está regando, malgastando… Se olvida la gente de pensar, de estar consciente. Es cierto, ya lo dijo Bertrand Russell “los hombres temen  al pensamiento más de lo que temen a cualquier otra cosa del mundo; más que la ruina, incluso más que la muerte. El pensamiento es subversivo y revolucionario, destructivo y terrible”.

En realidad la vida es lo que el hombre hace con el tiempo, niños, niñas, jóvenes, mayores y ancianos todos saben pensar. Solo suelen estar dormidos.




Ver fotos

Facundo Cabral y una de sus enseñanzas.

jueves, 17 de octubre de 2013

El arte de despertar con el arte

Desde el principio de los tiempos, el ser humano se vio en la necesidad de organizarse con los de su especie para vivir mejor. Organizarse crear ciertas normas, ciertos convenios, rutinas y costumbres. ¡Ay la costumbre! Es una de esas cosas que tienen los seres humanos para vivir adormecidos.
Hoy en día, parece que tuviéramos ya todo establecido, determinado, programado. Tenemos los días de la semana, las horas, el dinero casi todo contado, pero contado en armonía con todo aquello que nos han impuesto. Tenemos que comportarnos de cierta manera en ciertos lugares, saber cómo vestirnos, cumplir horarios, entretenimiento en os fines de semana, estudiar, luego trabajar, casarse, hijos… Al final, si se ha cumplido todo bien, puede uno jubilarse y ahí si cuando ya se tiene el organismo semi dañado, se puede disponer del tiempo como se quiera. 

 Es tan simple como eso: cumplir reglas y acostumbrarse, ser un brillante miembro del sistema. Sin embargo, existen aquellos extraños que no han podido mal acostumbrarse a esta estructura de la sociedad, que es democrática, por cierto. Son esos, los locos que se dedican al arte y que, por ejemplo, prefieren subir a un escenario a regalar fantasías a la gente, inventarse historias que hacen soñar, antes que subir a un escenario a dictar un discurso político lleno de falsas esperanzas, de fantasías de las malas, de esas que no causan gracia más bien angustia. El teatro, como dice Savater, si es una actividad democrática por excelencia, “nació como un instrumento de reflexión democrática sobre el individuo que, más allá de los dioses y de la naturaleza, tiene que ser capaz de gobernarse a sí mismo”.
Pero no solo se trata de teatro, se trata de música, pintura, danza, poesía esas manifestaciones que vienen auspiciadas por aquellos que están tocando la libertad. Esos que se atreven a mostrar quiénes son y de decir lo que piensan. Los que no se quedan a esperar a la jubilación, solo abren las alas y el mundo les queda chico. Lo que pasa es que ya casi no tienen miedo. 

 Pensar en que el planeta es tan grande y apenas salimos de la ciudad. Casi nunca saludamos al vecino, difícilmente alzamos la cabeza para ver las montañas alrededor o el cielo. Andamos tan apurados para cumplir todo lo que nos han dicho que debemos hacer, vivir no es solo existir. El arte es una de las maneras de descubrir que en realidad no existe nada que esté establecido, no hay razón absoluta. El arte nos da esos aires de libertad que tanto nos hacen falta…

viernes, 4 de octubre de 2013

Las impulsadoras de cerveza

Eran exactamente las doce del día, hora a la cual habían convocado a las chicas para la reunión de "trabajo". Aunque, claro, no todas tenían claro de qué se trataba, qué tenían que hacer, cuánto les pagarían...

El lugar era el Hotel el Quijote, centro de Cuenca. Al rededor de unas veinte chicas se habían dado cita, nerviosas, emocionadas, dudosas. Subieron al segundo piso en donde las esperaban tres personas, un joven que hacía de fotógrafo,  un señor representante de brahma y budweiser; y una señora de cabello rubio teñido, labios bien pintados, cejas delineadas y tacones. 

Ingresaron a una sala grande, semi vacía muy hermosa como de las casa antiguas de la ciudad. Habían espejos, balcones y al fondo en un lugar un poco elevado del suelo estaba colocada una mesa con dos sillas. Ahí se situaron quienes iban a dar las instrucciones y a un costado el fotógrafo de pie. 
Las mujeres eran todas jóvenes, se habían maquillado hasta las orejas y vestidas como para ir a una fiesta, de segura más de una fue aquel día a la peluquería. Por fortuna, habían unas cuatro chicas que se habían presentado tal y como eran, incluso con sus mochilas, pensando que tal ves podría ser un trabajo para obtener experiencia, aprender, desarrollarse, conocer y ser remuneradas por un  buen desempeño intelectual. 

El señor dio algunas explicaciones, lo que dijo en breves rasgos era que tenían el objetivo de que las cervezas nombradas se consuman más, que ellas debían convencer a la gente de las cualidades de las cervezas, sobretodo de brahma. Aseguró que no daba resaca, que tenía menos químico, que era más económica, etc

Luego vinieron las sugerencias de la rubia mayor, ella las llamo impulsadoras  y dijo: "deben conocer perfectamente las características de la cerveza así como saben el número del novio, así como conocen las cualidades del novio". En efecto, quiso hacer una broma porque las asistentes rieron. Pero tristemente una de las asistentes era yo y no,  no había gracia alguna. Decir algo así implica que el más fuerte conocimiento que alguna de nosotras podía tener era el "número del novio".

Y pensar en todas esas mujeres que habían luchado en medio de una sociedad machista, en las mujeres que habían luchado por la equidad de género, el derecho a estudiar, el derecho a sufragar... Ahora ya se imaginarán con que ropa más provocativa las harán vestir, como tendrán que peinarse y hasta como deben convencer. 


No es cuestión de satanizar el modelaje, el maquillaje o la actividad que a una mujer le de la gana de hacer. Como dice Susan Sontag "no está mal ser bella; lo que está mal es la obligación de serlo". ¿Por qué no habían llamado a varones? y en caso de que hubieran ¿por qué ellos no usan tanto maquillaje, tanta máscara? Es este sistema el que obliga a la mujer a buscar un patrón al cual seguir. Sin darse cuenta actúa pensando en cómo va a ser juzgada, juzgada por el pensamiento de un hombre ya hasta parece que las propias mujeres han adoptado esa misma manera de mirar.




miércoles, 25 de septiembre de 2013

Mi amigo, el peregrino

Es cierto, a todos nos lanzaron al mundo. Y al mundo ¿para qué? pues básico: para vivir. Pero, no todos los terrenales tenemos plena conciencia de nuestro diario actuar. La mayoría somos esclavos de la rutina, del horario, en fin del sistema, hasta parece que es la única manera de vivir. Por fortuna, aún existen "extraños", de esos que están al borde de ser libres...
Sebastián Diez, nació en Buenos Aires- Argentina, huérfano de padre. Vivía con su abuela, su hermana y su mamá quien, como él dice, "hizo lo que pudo". De niño creía en la Iglesia y en ese "dios castigador".
"Dudé mucho de la existencia de Dios, sufría paranoias y fobias, tuve una infancia complicada" dice mientras bebe un poco de mate. Ahora en lo que cree es en Jesús, en su forma de vivir. Pero no es una pura creencia o religión de esas que sirven a la gente para mantener tranquila, de algún modo, su conciencia. En efecto, es una creencia que se manifiesta en su proceder.
Él es Jesús, así vive, más que las monjas, más que el Papa, más que los "curuchupas", El Sebas si sabe en lo que cree. Él se declara católico (ver significado), no apostólico ni romano, pues, como el dice: “eso es una contradicción”. No posee nada que no necesite. Y es que ni siquiera tiene amigos, él los llama familia; pero es real.
Comenzó a actuar desde los 8 años en la escuela y desde entonces nunca dejó el teatro. Lleva consigo un mensaje y lo profesa mediante el teatro. "No es necesario ser religioso, es un mensaje de amor, de libertad" dice, acompañado de esos ojos brillantes como de alguien que lo tiene todo claro.
Es un peregrino, desde los 26 años esa es su forma de vida. Empezó viajando en carreta por pueblitos de su país, con sus dos yeguas, ofreciendo funciones. Vive de la música y el teatro. Actúa en escuelitas, en la calle, en mercados, en teatros y su ganancia no siempre es dinero. Recibe comida, regalitos y a veces solo el aplauso. Su pasado esquizofrénico le ayuda a inventar personajes, hasta habla con ellos.

"La vida es linda, Dani", dijo al final. "La única libertad es la verdad, tenés que ser el Dios en el que crees y si no crees, tenés que ser cómo quisieras que fuera". Sonrío y dejó en el aire la sensación de que nada importa, que la sociedad está tan equivocada, que este mundo es enorme y apenas se conoce, por eso no hay libertad. Salir de esa estructura que adormece nos hará trascender.

Canción de Sebastián Diez. 
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